Reflexiones sobre la clase media, los aspiracionistas y la pobreza en México

Opinión de Gabriela García

El Presidente de México se ha caracterizado durante los cerca de 3 años de su mandato por sus peleas en contra de todos aquellos que no apoyan su transformación, -que hasta la fecha no se sabe en qué consiste, cuáles son sus metas y en qué tiempo se deben lograr-, no queda claro si vamos rumbo al futuro próspero que se aspira o en un retroceso que perjudica a todos los mexicanos y por tanto nos preocupa el no saber de un proyecto definido al que debemos apoyar o estar en contra.

Ante este escenario acudimos a los derechos emanados de la Constitución que nos rige y ante las necesidades que se padecen de forma tanto individual como colectiva, nos cobijamos a la legalidad, buscamos las instituciones de salud, educación, seguridad pública, a la vez que anhelamos tener un trabajo bien remunerado, y por eso, el actuar del presidente mediante ocurrencias diarias, deja en incertidumbre al pueblo trabajador.

Millones de mexicanos que salen de su casa para conseguir el sustento de sus familias, que pagan sus impuestos como lo ordena la justicia no están convencidos de que quien gobierna actualmente lo hace por mejorar sus condiciones de vida; porque a pesar de que trabaja toda la familia, -padre, madre e hijos- se dan cuenta que no alcanzan los salarios para medio alimentarse, vestirse, calzarse y menos para adquirir una vivienda decorosa.

Y lo peor, es que por la pandemia muchos se han visto en la necesidad de vender sus propiedades, entre ellas sus viviendas, para solventar gastos médicos provocados por la enfermedad y ahora  lo único que les queda es llegar a vivir con otros familiares  que también luchan diariamente para sobrellevar sus necesidades, ocasionándose mayor problema.

Lo que se describe, es uno de los centenares de casos que mexicanos están pasando por la falta de absolutamente todo, pero quienes gobiernan están enfrascados en llegar al poder no para ayudar a los que no tienen nada, simplemente son personas mezquinas enfermas de poder y dinero, -esos sí son,  como lo que describe el Presidente Andrés Manuel López Obrador  (AMLO) al referirse a la clase media-, aspiracionistas y egoístas, demostrando estar enojado con este sector que busca salir adelante mediante el estudio, la superación y esfuerzo, que se informa, opina y critica su actuar aunque en la elección de 2018 hayan votado por él, pero que ahora le retiró más de 3 millones de votos.

Así que los individualistas, quienes dan la espalda al prójimo y quieren encaramarse lo más que se pueda son gente sin escrúpulos morales y partidarios de que “el que no transa, no avanza” están en la 4t, -siendo él el principal ejemplar de esta tendencia que hasta ahora se ha entendido como de progreso social-, que  llegarán al poder en septiembre luego de que en campaña usaron todos los medios a su alcance para congraciarse o forzar a los votantes a favor de Morena. Muchos de estos políticos están vinculados a procesos judiciales por delitos que fueron esquivados, ignorados, o  burlados, o bien les limpiaron sus expedientes con tal de que se colocaran de acuerdo a las necesidades y deseos de AMLO.

Y ese trabajo estuvo a cargo de instituciones como la Secretaria de la Función Pública, las contralorías, Seguridad Pública, jueces, magistrados y el propio INE, porque todos vimos el desfile de actos de corrupción y delitos electorales en las pasadas elecciones en las que se movilizó desde servidores de la nación hasta funcionarios de gobierno sin ningún problema; y denuncias con sus respectivas evidencias hubo muchas, pero al parecer ya todo estaba arreglado, las plazas de los estados estaban señaladas por el dedazo del mandatario de la nación.

Y la gente que trabaja todos los días y se dan cuenta que ya los ingresos no les alcanza para cubrir todos los gastos de sus familias y hogar no le queda de otra que salir a votar en contra de los morenistas para quitarlos del poder en próximas elecciones. Pero eso no es suficiente, mientras llega ese tiempo se debe hacer un gran movimiento en el que participen amas de casa, estudiantes, obreros, campesinos, comerciantes, maestros, transportistas, todos unidos y organizados como la clase obrera de México para exigir al gobierno que mejore las condiciones de vida porque en México la pobreza se extiende más, por lo que urge que lleve obras y servicios públicos mientras llega el tiempo de quitarles el poder ciudadano a los políticos ambiciosos y vulgares de Morena.