Termina la sesión y se cita a la siguiente, el martes 23 de abril a las 11 horas.
El Congreso de la Unión vuelve a las labores en la semana de Pascua con una carga importante de pendientes; los críticos a su labor esperan que los 11 días de descanso les ayuden a meter “el acelerador legislativo”. Más aún desde el lado de las bancadas de Morena porque tendrían la encomienda de ayudarle al presidenteAndrés Manuel López Obrador a cumplir promesas de cambio o de abrogar leyes que consideran “nocivas”.
Del 23 al 30 de abril diputados y senadores cuentan únicamente con seis sesiones para desahogar “lo posible antes que lo deseable”; en la mira se ha mencionado la posibilidad de al menos un periodo extraordinario. Pero la historia reciente en el Poder Legislativoestablece dificultades para lograr los consensos necesarios para llegar a esa situación.
En principio, los diputados en San Lázaro tienen dos grandes pendientes: la reforma educativa y las leyes secundarias de la Guardia Nacional. En el primer campo, a regañadientes, deberá aceptarse que esto se va a dirimir en la sede la Secretaría de Educación en reuniones con integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE); solo a partir de esa eventual convalidación del magisterio disidente es que podría subirse el dictamen respectivo al pleno: esa sería la forma en que permitirían que López Obrador cumpla su promesa de derogar la Reforma Educativa de 2013.
En el ámbito de la Guardia Nacional, retomamos lo que indicó la diputada Carmen Julia Prudencio (MC): “no tenemos proyectos deleyes secundarias como es la ley orgánica, que para ello tenemos 60 días para presentarlas, está también pendiente el registro de detenciones y de uso de la fuerza, armas de fuego y explosivos, que de eso ni siquiera las comisiones nos han presentado proyectos”, indicó la diputada ciudadana.
Siendo rigoristas, los diputados traen a cuestas varios pendientes, entre ellos algunas de las consignas que ha impulsado el actual Gobierno de México: