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Opinión de Jaime Pérez
Activista del Movimiento Antorchista de Zacatecas
La educación es determinante para el desarrollo de un país. Es en las épocas tempranas de la vida del individuo cuando se adquiere el amor por el conocimiento, por la lectura y se consolida el desarrollo intelectual. Es sabido y aceptado que el éxito de una sociedad es su nivel de cientificidad y de cultura, allí teóricamente no prolifera el crimen y esta es una sociedad en paz pues quien aprecia el arte puede vibrar con la poesía, por ejemplo y difícilmente será capaz de cometer atrocidades contra sus semejantes; y si hay ciencia se desarrolla la tecnología, por lo tanto, hay el elemento material para el impulso del progreso.
En el caso de México, esta tarea recae en la cancha de la Secretaría de Educación Pública (SEP) como parte integrante del gobierno federal que se encarga de la administración, regulación y fomento de la Educación, de conformidad con los principios y lineamientos contenidos en el artículo III constitucional y la Ley General de Educación en beneficio de los estudiantes y que al momento de terminar su carrera profesional podrán brindar su conocimiento en favor de la sociedad.
En ésta secretaría han despachado ilustres personajes como Jaime Torres Bodet, Agustín Yáñez, José Vasconcelos, Sebastián Lerdo de Tejada, Ignacio Ramírez, Justo Sierra, José María Pino Suárez, etc., distinguidos por su aportación a nuestro país, ¿y cuáles son los méritos de Delfina Gómez, actual secretaria de la SEP en comparación con tan ilustres personajes?
No es abundante la información acerca de ella, pero sustituye a Esteban Moctezuma en la SEP, nació el 15 de noviembre de 1962, es licenciada en educación, según se presume. Sin embargo, su trayectoria profesional se limita a ejercer como maestra de educación primaria de 1982 a 1999 y luego como directora de un centro escolar de 2002 a 2012 y pare usted de contar. Como política, fue presidenta municipal de Texcoco, donde por cierto, ella e Higinio Martínez hizo de las suyas, luego fue Diputada Federal, posteriormente fungió como delegada federal de los programas del bienestar en el estado de México y hasta aquí su currículo.
Por más que busco no encuentro de ella ni un verso, ni una novela, ninguna obra por minúscula que sea donde se pueda percibir su nivel cultural o sus aptitudes como líder de la educación. Nada la avala para ocupar el lugar en la SEP, no tiene los méritos como profesionista que sí los debe tener gran cantidad de profesores preparados y talentosos.
Al parecer, lo único que la avala es integrar el partido de Morena y ser incondicional del actual presidente, es decir, Delfina Gómez es otra ocurrencia de AMLO con consecuencias desastrosas. Aquí algunos datos:
Con el programa “Aprende en Casa” la deserción fue de 2.5 millones de estudiantes y el rezago alcanza al menos a 0 millones; el 76.7 por ciento es de bajos ingresos económicos, por tanto no tiene internet y tampoco tienen teléfono celular inteligente o una computadora. Y al no poder adquirir estos equipos que son fundamentales para recibir las clases desde casa, los estudiantes no tendrán otra opción, más que salirse de la escuela para dedicarse a trabajar.
Por su parte, la secretaria ejecutiva de la CEPAL, alertó que debido al cierre de escuelas y la pérdida de ingresos de las familias, aumentará la “incorporación prematura de niñas, niños y adolescentes al mercado laboral en condiciones precarias”, la proyección en México es que aumentará la población del trabajo infantil, de 3.3 a 5 millones.
Esta situación ha sido denunciada por integrantes de la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR), quienes han enarbolado la demanda de millones de jóvenes que sufren esta problemática. A un año de la pandemia no existen condiciones para la óptima educación y el gobierno federal no tiene otra opción que ofrecer a pesar de que la Constitución decreta el carácter laico, gratuito y obligatorio que debe ser brindado por el estado mexicano.
Por eso, desde este espacio hago el llamado a que los mexicanos nobles nos unamos en respaldo a los estudiantes, a los que a pesar de la justeza e insistencia, la secretaría los sigue ignorando pues como está dicho, no puede conducir los destinos educativos de nuestro país sin capacidad intelectual ni experiencia ante los retos por la actual pandemia y que auguran un fracaso en materia educativa de esta mal llamada cuarta transformación.
