Los estudiantes y la formación de una sociedad equitativa

Por: Vladimir  Saucedo.

Muchas personas tienen la idea de que la escuela y la sociedad no tienen nada en común, que para mostrar su desarrollo hay que  estudiarlas sin tomar en cuenta la una de la otra, separadas. Pues bien, quisiera demostrar  a quienes piensan así que por el contrario mucho tienen que ver y que los alumnos que ocupamos todos los días las butacas formamos parte de la sociedad, por lo tanto debemos y podemos ocuparnos de los problemas que hay en ella, sin embargo esto no sucede debido al aislamiento entre estas  provocado a propósito en todas las reformas educativas.

Me ha tocado oír en mi salón de clase la descalificación  hasta por los mismos maestros de que las teorías marxistas-leninistas “son obsoletas”, que eso es “es romanticismo” y debe ser cosa olvidada pues carecen de vigencia y demostraron  ya su fracaso; yo no comparto esta afirmación y me parece que han caído en las garras de las clases dominantes, pues la burguesía se ha encargado de penetrar también las mentes de académicos que se han sumado a desacreditar totalmente esta ideología.

Y con esas ideas no hacen más que potenciar el abismo entre la sociedad y la escuela porque  si prestamos atención descubriremos que los planes de estudios de  universidades, preparatorias o secundarias han eliminado los contenidos de corte socialista. En el caso de México la tendencia es a tecnificar  la educación, al mismo tiempo que están quitando materias relacionadas con historia, arte y cultura por lo que el alumno recae a lo monótono de las cosas y en consecuencia a despreciar también estas disciplinas, esto acrecentado debido a la falta de preparación de algunos docentes  sin criterio, incapaces de explicar con claridad el materialismo dialéctico e histórico.

Estas estrategias son premeditadas por las clases dominantes, cosa común en este modo de producción capitalista que busca  controlar a la sociedad mediante el estado y todas sus instituciones. ¿Qué objetivo se busca con deshumanizar a la educación?  Distorsionar  el pensamiento de los estudiantes para que dejen de preocuparse por problemas sociales como la pobreza, la falta de oportunidades y marginación  que sufre la mayoría de la gente de México y el mundo, están buscando que los estudiantes y futuros profesionistas sean útiles a las clases que dominan esta sociedad convirtiéndolos en unas viles máquinas,  sin sentido humano ni capacidad e interés para intervenir   y opinar para bien de la sociedad. Y todo esto se maximiza por tratar por separado problemas de la sociedad y la escuela,  porque la burguesía sabe lo poderoso que es un joven, por lo que lo forma de acuerdo a sus intereses, lo moldea, prepara  y manipula para hacerlo un buen técnico, que conozca el proceso de producción que sea rentable  y se olvide de los problemas que sufren sus hermanos de clase.

Habrá que recordar a Marx con esta frase: ” El capitalismo tiende a destruir sus dos fuentes de riqueza: la naturaleza y los seres humanos”… ¡Qué sabio Marx! pareciera que hizo un viaje en el tiempo, llegó a nuestros días y tomó notas de lo que vio,  amable lector. El marxismo nos enseña a hacer un análisis profundo no sólo de la naturaleza, si no de la sociedad y del pensamiento, entender su doctrina nos llevaría a estudiar y entender las cosas como una unidad y lucha de contrarios, como fenómenos que están sujetos a cambios permanentes. Así, entendemos  que la sociedad y la escuela deben abocarse a alcanzar los mismos objetivos y resolver los mismos problemas, ya que ambas son cobijadas en la misma realidad. Si esto es así, se debe procurar también el desarrollo de la cultura y el arte, la historia, la ética y el civismo en nuestras escuelas, ¡claro!, sin sustituir las materias necesarias para el desarrollo de la técnica y la ciencia con la condición de que estas se pongan también al servicio de la humanidad.

Con el arte y la cultura en nuestros planes de estudio podemos ser  capaces de conocer y transformar nuestra sociedad, teniendo como herramienta básica nuestra profesión, pero poniéndola al servicio de los desposeídos, porque  hay muchos problemas  en México, hay mucha necesidad, por tanto también deben existir muchos profesionistas sensibles, preparados e interesados en participar a las actividades colectivas de nuestro entorno por el bienestar de nuestras familias.

Pero lo anterior no podrá lograrse  mientras sigamos creyendo que la escuela y la sociedad deben permanecer separados y que cada una tenga que buscar la solución a los problemas propios, estudiemos las ciencias sociales, entendamos la teoría marxista, la lucha de clases, la concentración de la riqueza y con estas herramientas  contribuyamos a la construcción de la sociedad del futuro donde haya justicia social y termine la explotación desmedida  de la naturaleza y del trabajador.

¡Estudiemos y luchemos por transformar nuestra realidad!, eliminemos de nuestro pensamiento el  primero estoy yo, porque ése egoísmo e individualismo está destruyendo a la sociedad, busquemos el vínculo permanente con el pueblo al que nos debemos, sobre todo aquellos que nos preparamos en escuelas pagadas con el dinero público, siento que estamos en deuda con la sociedad.